martes, 30 de julio de 2013

EL SÍNDROME DE PETER PAN

 Este síndrome fue definido en el año 1983 por el psicólogo Dan Kiley, cuando vió que algunos de sus pacientes se negaban a aceptar las responsabilidades propias de la edad adulta. Parece ser que es más frecuente en los varones (aunque también se da en algunas mujeres) y habitualmente se asocia a problemas para proporcionar seguridad a otra persona, ya que ellos mismos son los que necesitan sentirse protegidos por otros.


     Les gusta sentirse eternamente jóvenes, son simpáticos y seductores, siempre dispuestos a animar las fiestas, pero les cuesta asumir compromisos, por más que prometan.

    Se niegan a envejecer, su comportamiento sigue siendo como el de un adolescente. Son inmaduros, rebeldes, narcisistas, dependientes y manipuladores. Pueden cambiar de pareja con cierta frecuencia o ser infieles crónicos.

Este síndrome no tiene una edad concreta puesto que existen personas de diferentes rangos de edad que lo pueden poseer. Algunos psicólogos lo han definido como el síndrome que no permite a una persona pasar de ser hijo/a a ser padre o madre, fruto de una sobreprotección en su infancia.
Normalmente suelen traer consigo alteraciones emocionales y conductuales. También suele sentirse poco realizado en su vida, ya que al no asumir responsabilidades tampoco puede disfrutar de los retos.

    Son personas que a pesar de mostrar una aparente seguridad en si mismos, necesitan grandes dosis de afecto y una mujer a su lado que se lo pueda ofrecer, aunque paradójicamente y a pesar de esta dependencia, cuando la relación se torna en algo más serio y empiezan a requerir dosis más altas de compromiso y responsabilidad, se asusta y se acaba produciendo la ruptura de la pareja. Y esto suele llevar, como decía más arriba, a que cambien continuamente de pareja.

    Otra característica es la inseguridad de estas personas, aparte de su inmadurez afectiva y el estar constantemente recordando otros momentos, sobre todo la infancia. También el no aceptar el paso del tiempo y por tanto, el paso a la vida adulta.

FUENTE: MUJERES SIN FRONTERAS Y SIN BOZAL

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