Título original: en cinco años la violencia de género ya se ha cobrado 62 víctimas.
Pistolas y cuchillos, las armas elegidas. La antesala a la muerte fueron malos tratos y denuncias policiales. El ascendente “fenómeno” de niños huérfanos.
En cinco años, un total de 62 mujeres fueron asesinadas en Santiago del Estero por sus parejas o ex, reticentes en aceptar un no como última salida, o bien al intentar reiniciar una nueva relación.
Las estadísticas corresponden a los años 2008 y lo que va del 2013, períodos en que recrudeció la violencia contra la mujer. Las causas o escusas son múltiples: peleas, malos tratos, hartazgo en la convivencia, crisis de pareja, económica, puja por hijos, infidelidades, etc…
La última de las víctimas resultó Sonia Silvina Roldán, una madre de diez menores, uno discapacitado, asesinada a puñaladas el 14 de marzo a la vera de las vías, en el barrio Paraíso, en La Banda.
Su tragedia sobrevino en la noche, luego de confesarle a su amante, el ex director de escuela Juan Carlos Frías, que mantenía una relación paralela con un empleado del Juzgado de La Banda.
“Él es mi m… pero eres mi pareja, mi novio”, le habría dejado en claro Roldán, aunque Frías jamás llegó a conformarse con el rango que su amante dio a cada vínculo, ubicándolo en un escalón superior, privilegiado, ajeno al de la mera piel.
Así lo habría confiado Frías a efectivos de la Seccional 47, minutos después de ser aprehendido e incomunicado, por disposición del juez Ramón Gómez, quien también requirió el secuestro de abundantes pruebas.
Quizá fiel ejemplo de muchas historias que acaban en luto y orfandad de hijos, víctima y victimario habrían sido amantes 17 años: en esa vida oculta nacieron cinco niños.
Ironías puertas afuera, Frías ya estaba casado y tenía una hija. Igualmente, marcaba presencia en la casa de Roldán y sus hijos le reconocían autoridad como padre, mezcla de obediencia debida y temor.
“Por años, mi papi maltrató a mi mami. Vivía pegándole. Un día la desnudó y tiró en el canal. En el 2012 llegó a apuñalarla. Estuvo preso”, declaró una hija a EL LIBERAL.
Tras ese grave incidente, la Justicia le fijó una restricción, por considerar a Frías una amenaza para la mujer.
El cometido de los investigadores tendía a marcar distancia y ahorrarle a Roldán nuevos riesgos innecesarios.
Éstos recrudecieron la noche del 14 de marzo. Con el filo de un cuchillo, Frías puso fin a la vida de Roldán e impuso un triste desenlace a los años junto a la mujer, quien imploró sus últimos instantes: “No me dejen morir, ayúdenme”.
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