jueves, 9 de mayo de 2013

CLEVELAND: LA PESADILLA TERMINÓ


Las víctimas tuvieron abortos involuntarios por los golpes sufridos o por desnutrición. Unos cinco bebés habrían nacido en la casa, aunque no se conoce su destino. Las tres víctimas están en buen estado de salud. Declararon los tres hermanos.



IMAGEN AFP
La investigación sobre la vida que llevaban las tres jóvenes estadounidenses liberadas el lunes tras permanecer secuestradas durante una década en una casa de Cleveland, Estados Unidos, no hace más que sumar horror: según se empezó a saber ayer, las mujeres estuvieron atadas con cadenas y cuerdas durante su cautiverio y habrían tenido múltiples abortos por los golpes recibidos o porque estaban desnutridas. Los tres hermanos acusados y detenidos el lunes tras la liberación de las secuestradas prestaron declaración ante la policía, pero finalmente sólo se presentaron cargos contra uno de ellos, el dueño del lugar y el que más comprometido estaba desde el principio.

Después de que se conociera la terrible historia de Amanda Berry (27), Gina DeJesus (23) y Michelle Knight (32), secuestradas de adolescentes, que estuvieron en cautiverio durante diez años, ahora trascendieron detalles de todo lo que tuvieron que atravesar en la casa de la avenida Seymour en Cleveland. “Tenemos confirmación de que estuvieron atadas y había cadenas y cuerdas en el hall de la casa. Salían al jardín de atrás una vez cada tanto. Su estado de salud es bueno, considerando las circunstancias”, informó Michael McGrath, el jefe de policía de esa ciudad de Ohio.

En tanto, sobre la declaración de las jóvenes, detalló que “el equipo de investigadores, integrado por oficiales del FBI y de Cleveland, interrogó a las víctimas desde la tarde del lunes y parte del martes”. McGrath señaló que hasta que se termine de interrogar a las tres mujeres, no se darán detalles de cómo fueron tratadas y no confirmó versiones según las cuales las cautivas tuvieron múltiples embarazos.

Según el canal NewsChannel5, fuentes policiales dijeron que durante la década de cautiverio las mujeres sufrieron abortos involuntarios después de haber sido golpeadas o porque estaban desnutridas. Al menos cinco bebés habrían nacido en la casa, aunque no se conoce su destino. La policía informó que hay indicios de tierra removida recientemente en el patio trasero de la casa. En tanto, de acuerdo con el Canal 8 de Cleveland, Knight habría perdido la audición de un oído por los golpes que recibía en la cabeza.

En cuanto a los acusados, los hermanos Ariel, Pedro y Oneil Castro, la policía de Cleveland anunció ayer que por el momento sólo va a presentar cargos contra el primero, dueño de la casa donde fueron encontradas las jóvenes la noche del lunes.

El hombre, de 52 años, afrontará cuatro cargos de secuestro –por las tres mujeres y la nena de 6 años de Berry y que se sospecha es su hija– y tres más por violación de las jóvenes. La acusación formal tendrá lugar hoy en un tribunal de Cleveland.

Además, la policía local buscaba ahora a una cuarta mujer que podría haber sido víctima de Castro. La búsqueda fue ordenada después de declaraciones hechas por la mayor de las víctimas, Michelle Knight, quien dijo que en la casa entró otra mujer que luego desapareció. La policía sospecha que se trataría de Ashley Summers, de 14 años, desaparecida en 2007.

Sin embargo, la fuerza policial fue criticada por los habitantes que aseguraron haber alertado sobre movimientos extraños en la casa donde las tuvieron cautivas. Las autoridades rechazaron críticas por desoír relatos sobre “mujeres encadenadas” y también “desnudas gateando en el jardín”. “No lo tomaron en serio”, dijo una de las vecinas, Elsie Cintron.

La policía indicó que en la última década hubo dos advertencias en relación con el domicilio afectado y que no tuvieron nada que ver con las mujeres desaparecidas.

Amanda Berry, de 27 años, había desaparecido cuando tenía 16. Gina DeJesus, de 23, fue capturada el 2 de abril de 2004, cuando regresaba del colegio, y Michelle Knight, de 32, desapareció en 2002. Las tres fueron liberadas junto a Jocelyn, la hija de 6 años de Berry.

Las autoridades prometieron realizar también una investigación interna sobre la llamada de emergencia de Berry, sobre todo para saber por qué los operadores que la atendieron no permanecieron comunicados con ella hasta que llegaran los móviles policiales.

Berry fue liberada el lunes con la ayuda de un vecino, Charles Ramsey, quien escuchó sus gritos y la vio agitando la mano a través de un hueco en la puerta de la vivienda. “Me secuestraron. Estoy aquí hace mucho, quiero irme ahora mismo”, le dijo ella. Ramsey rompió a patadas la parte inferior de la puerta y así pudo salir arrastrándose con su hija.

“Soy Amanda Berry, fui secuestrada, estuve desaparecida durante diez años. Estoy libre, estoy aquí ahora”, afirmó al llamar al 911 y le informó al operador que el hombre que las había mantenido capturadas se llamaba Ariel Castro. Cuando los efectivos llegaron les contó que había otras dos mujeres en la casa. DeJesus y Knight.

Fern Gentry, la abuela de Berry, habló con su nieta desde Tennessee en una llamada emitida por la cadena ABC. “Me alegra tenerte de vuelta”, dijo Gentry., “Me alegra estar de vuelta”, contestó Berry. “Creí que te había perdido”, afirmó la abuela. “No, aquí estoy”, señaló la nieta.

Además, se divulgó una foto en la que Berry aparece sonriendo junto a su hermana y su hija en el hospital. “Amanda es la verdadera heroína”, dijo el vicejefe de policía Ed Tomba. “Ella encaminó la situación. Sin ella no estaríamos aquí ahora.”

“La pesadilla terminó”, dijo a los periodistas el agente especial del FBI Steve Anthony. “Estas tres jóvenes mujeres nos han proporcionado la auténtica definición de supervivencia y perseverancia. Ahora puede comenzar la sanación”, señaló. Las tres mujeres y la niña ya se reunieron en privado con sus familias.

FUENTE: PÁGINA 12

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