Más de 130 países han aprobado una declaración conjunta en Naciones Unidas que condena con firmeza la violencia contra las mujeres y niñas en el mundo. Estados como Vaticano o Egipto fueron reticentes al texto por sus referencias a los derechos reproductivos
Más de 130 países han aprobado una declaración conjunta en Naciones Unidas que condena con firmeza la violencia contra las mujeres y niñas en el mundo. En ella se se comprometen a tomar medidas concretas para acabar con esta lacra. Así lo acordaron los países participantes en la 57 edición de la Comisión de la ONU sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés), que concluyó anoche en Nueva York tras dos semanas de debates en la sede de Naciones Unidas.
El documento aprobado pide, entre otras cosas, prohibir los matrimonios de menores y los forzados, y la mutilación genital femenina, al tiempo que pide que a las víctimas de violencia se les facilite contracepción de emergencia y se les posibilite abortar. Las referencias explícitas a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres provocaron la discrepancia de algunos países, como Arabia Saudí, Irán, LIbia, Sudán o el Vaticano, que han tratado de rebajar el documento. Las negociaciones no han estado exentas de polémica.
También Egipto mostró su oposición al texto, aunque finalmente estampó su firma en el acuerdo, pese a que los Hermanos Musulmanes --el partido del presidente del País, Mohamed Morsi-- denunció un día antes que el borrador de la declaración "viola los principios de la ley islámica". En un comunicado, el grupo subrayó que algunos artículos del documento "se contraponen a los principios del Corán y destruyen la moral islámica y el núcleo familiar consagrados en la Constitución egipcia".
"La violencia contra las mujeres es una horrenda violación de los derechos humanos, una amenaza global, una amenaza para la salud pública y un escándalo moral", dijo Ban Ki-Moon, el máximo responsable de Naciones Unidas. El secretario general de la organización confía en que tras la firma del documento, los países firmantes emprendan acciones concretas que ayuden a prevenir la violencia y a proveer acceso a la justicia y servicios de asistencia a las víctimas. Según datos de ONU Mujeres, en torno a siete de cada diez mujeres en el mundo asegura haber sido víctima de abusos físicos o sexuales en algún momento de su vida, en la mayoría de los casos a manos de sus parejas.
Ban Ki-moon recordó que los estados tienen la responsabilidad de hacer que el derecho de las mujeres y las niñas a una vida libre de violencia sea "una realidad". "No podemos pararnos aquí. Tenemos que hacer mucho más. Ahora tenemos que pasar de las palabras a los hechos, seguir avanzando con coraje, convicción y compromiso", afirmó ONU Mujeres tras la aprobación de la declaración conjunta.
La representante de EEUU, Terri Robl, indicó que el acuerdo es "solo el comienzo" ya que los países deben seguir trabajando "en la ONU, en las capitales, las escuelas, hospitales, juzgados y hogares" para que las mujeres tengan la "seguridad y dignidad" que merecen.
La aprobación del acuerdo coincidió también con la decisión de la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, de abandonar su cargo para volver a su país para postularse a la presidencia de Chile; un cargo que ya ocupó entre 2006 y 2010. En el siguiente enlace puedes ver las conclusiones convenidas en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer: http://www.unwomen.org/es/2013/03/un-women-welcomes-agreed-conclusions-at-the-commission-on-status-of-women/
FUENTE: observatorio de la violencia de género - Madrid
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