La pregunta más adecuada sería: ¿Que estamos haciendo para terminar con la violencia de género?, vos, yo, nosotros, nosotras y que hace el estado para terminarla.
Nos indignamos y conmovemos cada vez que los medios reflejan la noticia de un femicidio, o un intento, más aún si se trata del asesinato de niños con el fin de causar daño a la madre, los femicidios vinculados, el de los hermanitos en el Barrio Lomas del Mirador en nuestra ciudad es un cruel ejemplo.
Creo firmemente que ninguna persona quiere que sus madres, hermanas, hijas pasen por una situación parecida pero no alcanza ponernos tristes y gritar de bronca por las mujeres, niñas y niños que nos arranca la violencia de género, tenemos que hacer algo, y lo primero que tendríamos que plantearnos es…cambiar.
Cambiar nuestra mirada entre hombres y mujeres, no somos competencia, no somos mejores ni peores somos iguales, las diferencias biológicas han marcado sin razón la superioridad de unos sobre otras y aunque hemos salvado muchas instancias que nos han puesto a las mujeres en relativa igualdad nuestra cultura sigue sosteniendo valores machistas que nos humillan, nos degradan, nos violentan y se resisten a ser modificados, estos valores que están presentes en nuestra vida cotidiana son los que tenemos que cuestionarnos.
Pero muchas veces no es fácil darnos cuenta de cuáles de nuestras conductas están marcadas por el machismo y los reproducimos tanto hombres como mujeres, bueno no decimos que sea fácil pero sí muy necesario así que el esfuerzo valdrá la pena.
Empecemos por nuestras vidas, en nuestros hogares, no hay tareas que vengan asignadas como un chip dentro de la cabecita del niño y de la niña, unos como otras podemos repartirnos las tareas domésticas en función de nuestros tiempos y necesidades, ni las mujeres dejaremos de ser mujeres por clavar un clavo, ni los hombres dejaran de serlo por lavar un plato, aunque nos cause gracia… nos causan gracia los chistes machistas? deberíamos dejarlos de lado y apelar a la creatividad de nuestros comediantes para que la sexualidad, la apariencia física o las capacidades delas mujeres no sean el tema convocante a la risa, si creen que esto es inofensivo prueben poniendo el nombre de su mamá o su hermana en la protagonista del chiste y después conversamos.
Son cosas chiquitas, tareas cotidianas que aunque no lo crean cambiaran nuestra forma de vernos, será así porque un camino similar ha recorrido la conquista de los derechos de las mujeres, del asombro y el “ que estará haciendo acá? Por que no se queda en su casa a cuidar su familia” que comentaban acerca de la primera mujer en estudiar medicina o el cuestionar si estábamos o no capacitadas para votar, para manejar un auto, que nos permitan fumar o ponernos un pantalón!! Estos han sido algunos de los logros que han conseguido nuestras compañeras en la historia y que le han hecho bien a toda la sociedad, ahora nos queda continuar ese camino y aprender de sus experiencias .
Un refugio en estas situaciones, un protocolo de actuación policial para la violencia de género son necesarios, imprescindibles diría yo, pero atiende una parte del problema cuando la agresión ya ha sucedido.
Para evitarla necesitamos cambiar y esa es la tarea que debe comprometernos y es lo que esperamos que el estado promueva a través de acciones concretas.
Fuentes: El Litoral - DIARIO FEMENINO -/ Por Carolina Gonzalez
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