lunes, 31 de diciembre de 2012

UNA PIRA POR LA VIOLENCIA DE GÉNERO


Indignación en la capital de la India durante la ceremonia de cremación de una joven india, violada a mediados de mes en un autobús por un grupo de hombres ebrios.


La indignación en las calles de Nueva Delhi alcanzó ayer un punto candente durante la ceremonia en que fue incinerado el cuerpo de una estudiante india de 23 años, quien fue víctima a mediados de diciembre de una violación colectiva. La ceremonia se realizó rodeada de importantes medidas de seguridad. La joven de 23 años fue incinerada en presencia de familiares y dirigentes políticos que acudieron a la breve ceremonia, horas después de la llegada del cuerpo de la estudiante desde Singapur, donde había sido trasladada de urgencia el miércoles por la noche en estado crítico.

La pira funeraria comenzó a arder después de que familiares y amigos rezaran sus últimas oraciones en la ceremonia celebrada en el sudoeste de Nueva Delhi, según algunos asistentes que revelaron que la estudiante de fisioterapia tenía planeado casarse en febrero con su novio, quien también resultó herido en el mismo ataque.

“Habían hecho todos los preparativos y planeaban una fiesta de boda en Nueva Delhi para febrero”, dijo Meena Rai, una vecina y amiga de la víctima. “Realmente amaba a esta muchacha. Era la más brillante de todas las muchachas de nuestro barrio.”

El primer ministro indio, Manmohan Singh, y la presidenta del Partido del Congreso en el poder, Sonia Gandhi, acudieron al aeropuerto de Nueva Delhi a recibir el féretro y ofrecer sus condolencias a los familiares cuando llegaron, sobre las 4 de la madrugada hora local (19.30 de Argentina) con el cuerpo de la joven.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, envió ayer sus condolencias a los padres y familiares de la víctima. “La violencia contra las mujeres nunca debe ser aceptada, nunca excusada, nunca tolerada”, dijo el vocero del funcionario. Después de ser tratada en un hospital de Nueva Delhi, la joven india fue trasladada al hospital Mount Elizabeth de Singapur el miércoles por la noche, donde los médicos fueron incapaces de impedir un fallo orgánico múltiple. Se certificó su muerte en las primeras horas del sábado.

Su muerte llevó al gobierno a prometer una mayor protección para las mujeres, penas más severas para los delitos sexuales más extremos y la aceleración del lento sistema judicial que, a menudo, falla a la hora de proporcionar sentencias oportunas.

La ONG Human Rights Watch hizo un llamamiento al gobierno indio para que prohíba el uso del llamado “test del dedo”, en el que un médico comprueba la tensión vaginal de una víctima de violación, aparentemente, para determinar si está “habituada a las relaciones sexuales”, y que no hace otra cosa que violar institucionalmente a la víctima.

Estas pruebas conllevan falta de rigor científico y “resultados degradantes” que a menudo desacreditan las denuncias de las mujeres, dijo la ONG desde su sede de Nueva York.

Alrededor de una docena de manifestantes trató de romper las barricadas que la policía antidisturbios había levantado en la zona, y varias personas que también lanzaron piedras fueron detenidas. Una ola de protestas sacudió a India después de que el 16 de diciembre seis hombres en estado de ebriedad violaran repetidamente a la joven en un autobús y la agredieran sexualmente con una barra de hierro, lo que le produjo graves heridas intestinales que derivaron en su muerte.

FUENTE: PÁGINA 12 

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