El Calafate, (Corresponsal) “Los policías, como todos, son emergentes de nuestra sociedad”, dice el doctor Carlos Giménez, médico calafatense y perteneciente a la Policía Provincial, donde ahora comanda el Gabinete Social y de Reconocimientos Médicos.
El área fue creada el año pasado en los papeles, pero recién comenzó su funcionamiento el 3 de abril. Al médico lo secundan una psicóloga, un policía estudiante de enfermería y una asistente social.
Los profesionales debieron intervenir en el caso del cabo policial que una semana atrás atacó a su ex novia en la vía pública y luego intentó suicidarse subiéndose a un árbol con una soga en el cuello.
Sobre el caso, en el gabinete no se brinda información, por el secreto profesional, pero se sabe que fue uno de los primeros uniformados con los que se encontró en contacto para un abordaje psicológico.
Los sucesos encontraron al Gabinete Social en plena formación. Carlos Giménez explicó que en estos días se trabaja en un relevamiento que comprende a todos los policías locales, incluyendo los jefes de dependencias.
El trabajo había comenzado antes de los hechos de la semana pasada en forma paralela a una labor de información hacia policías e instituciones locales para avisar de la puesta en funcionamiento del servicio.
“Estamos trabajando con toda la red local de instituciones, para que estén al tanto de este servicio ante cualquier caso donde haya un policía involucrado, como víctima o victimario”, comentó el médico policial.
Sobre la relación con los uniformados, Giménez le contó a esta corresponsalía de La Opinión Austral que “estamos haciendo el relevamiento de todo el personal, desde el jefe hasta el último efectivo. Es un diagnóstico social para saber qué le está pasando, y conocer problemáticas y necesidades”.
Explicó que también se trabaja en la adaptación de diferentes protocolos nacionales e internacionales a la realidad de la sociedad calafatense.
Si bien el diagnóstico general aún no está realizado, porque se continúa con el relevamiento, Giménez dijo entender que los policías que prestan funciones en El Calafate tienen estigmas, como en cualquier parte del país y del mundo, mucho más en la ciudad en donde en el término de dos años se incrementó el número de muertes y denuncias que involucran a personal policial.
“No debemos olvidar que la Policía es emergente de la sociedad que tenemos. No es autojustificación, sino de conciencia para saber qué podemos aportar”, agregó el profesional.
También finalizó diciendo: “el policía está solo, sus problemas no se los cuenta a un subalterno y el superior difícilmente le da importancia”.
fuente: la Opinión Austral
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